De esta manera, las tarifas a aplicar en las inspecciones técnicas periódicas de vehículos serán la suma de los componentes de inspección de seguridad y de control de emisiones. Los vehículos de categoría L pagarán 13,23 euros; los vehículos de hasta 3.500 kilogramos, salvo los eléctricos puros, 26,27 euros; los vehículos de más de 3.500 kilogramos, 34,65 euros; y la inspección de maquinaria agrícola, 26,27 euros. Las segundas inspecciones en caso de que la primera sea desfavorable se incluyen dentro de la tarifa, siempre que se realice dentro del plazo de dos meses, pero en el caso de que se haga superado ese plazo, se deberá abonar una nueva tarifa.

El componente de control de emisiones será de 6,69 euros para vehículos con control de emisiones catalizados; de 13,24 euros para vehículos diésel de hasta 3.500 kilogramos; y de 19,28 euros para vehículos diésel de más de 3.500 kilogramos. La tarifa de la componente del control de emisiones comprende una segunda inspección si la primera es desfavorable, siempre que se realice en el plazo indicado en el primer informe y sin que, en ningún caso, se superen los dos meses. Las segundas inspecciones realizadas después de este plazo y sucesivas inspecciones, en todo caso devengarán una nueva tarifa. En los casos de que se pase únicamente una de las dos inspecciones, se cobrará únicamente el componente correspondiente de la tarifa.

La tarifa a aplicar en las inspecciones técnicas por reforma en Castilla y León se divide en las inspecciones por reforma sin inspección periódica y con inspección periódica. En este último caso se cobrará únicamente la tarifa de la inspección periódica completa más la tarifa de gestión y trámite administrativo de la Inspección especial.